Esta vez escribiré unas breves líneas, las únicas que hacen falta para defender de la sinrazón vecinal al Arzobispo de Granada por su decisión de trasladar al sacerdote de Albuñol, y que tanta polémica está levantando. En primer lugar, un Obispo tiene la potestad para asignar y distribuir las parroquias de su diócesis entre los sacerdotes de su clero, por lo que no comete injusticia, sino que ejerce su cargo en al ámbito que le es propio. En segundo lugar, seguramente haya en esta decisión de traslado unas necesidades pastorales que han sido sopesadas y que seguramente desconocemos, como ocurre con la gran parte de sucesos de los que nos enteramos por la prensa. Tercero, la reacción de los vecinos de Albuñol se legitima –según ellos- en el hecho de ser “tan cristianos como los que más”, pero ese cristianismo suyo, que se rebela de modo furibundo contra la Jerarquía Eclesiástica, contra un Obispo legítimamente nombrado por Su Santidad el Romano Pontífice como pastor de esta parcela del pueblo de Dios, parece más el cristianismo de Lutero, o el de Calvino, o el de Enrique VIII, es decir, protestante. O bien podría suceder que esos “cristianos como los que más” no saben que ser cristiano como el que más (al menos católico) supone apreciar el valor espiritual de los sacramentos, que los puede administrar cualquier sacerdote con licencias, respetar el templo del culto a Dios, y más aún si hay un Sagrario donde los cristianos católicos creemos que está Cristo, y adherirse a lo que indiquen la Jerarquía, que suele ser bastante razonable y para el bien de sus fieles.
Lo siento señores vecinos de Albuñol, pero ser cristiano "como el que más" no es una cuestión de declaraciones ante la prensa, sino de obras. Por cierto, que lo de las dosmil firmas presentadas al Defensor del Pueblo, el cura José Chamizo -así todo queda en familia-, no es muy eficaz en esta democracia de Gobierno socialista, otros han presentado no miles, sino millones de firmas en Moncloa, por asuntos tan legítimos como la defensa de la asignatura de religión y han sido clamorosamente ignorados y silenciados.
Los vecinos de Albuñol deben darse cuenta de que el revuelo mediático levantado en torno suyo, no pretende resolver un problema, sino utilizarlos para atacar a la Iglesia una vez más, espolvoreando a los cuatro vientos sus trapos sucios. No me creo el afán desinteresado de los periodistas por la parroquia de Albuñol, cuando hay tantas otras en las que los sacerdotes de la Iglesia desarrollan una labor pastoral y social impagable e insustiuible, y sin embargo de eso nunca se habla. Esperen unos meses y verán quién se acuerda del “bienestar espiritual” de los vecinos de esta localidad granadina, que ahora parece ser un asunto de vital importancia para los medios de comunicación, ¿el Defensor del Pueblo?.
Lo siento señores vecinos de Albuñol, pero ser cristiano "como el que más" no es una cuestión de declaraciones ante la prensa, sino de obras. Por cierto, que lo de las dosmil firmas presentadas al Defensor del Pueblo, el cura José Chamizo -así todo queda en familia-, no es muy eficaz en esta democracia de Gobierno socialista, otros han presentado no miles, sino millones de firmas en Moncloa, por asuntos tan legítimos como la defensa de la asignatura de religión y han sido clamorosamente ignorados y silenciados.
Los vecinos de Albuñol deben darse cuenta de que el revuelo mediático levantado en torno suyo, no pretende resolver un problema, sino utilizarlos para atacar a la Iglesia una vez más, espolvoreando a los cuatro vientos sus trapos sucios. No me creo el afán desinteresado de los periodistas por la parroquia de Albuñol, cuando hay tantas otras en las que los sacerdotes de la Iglesia desarrollan una labor pastoral y social impagable e insustiuible, y sin embargo de eso nunca se habla. Esperen unos meses y verán quién se acuerda del “bienestar espiritual” de los vecinos de esta localidad granadina, que ahora parece ser un asunto de vital importancia para los medios de comunicación, ¿el Defensor del Pueblo?.
3 comments:
Hola Fernando, ¿tenemos equipo de verdad este año?
Bueno, al asunto, felicidades por defender al arzobispo en esto de Albuñol, esa gente de allí, que seguramente son cuatro gatos, sólo demuestran muy poca formación cristiana y humana.
Por cierto, no me consta que Chamizo haya dejado de ser cura -aunque lo parezca-.
Y otra: los medios de comunicación sólo están interesados en vender, y les viene igual un incendio, un tiburón en Tarragona o unos parroquianos respondones; no es que lo deseen, pero les viene bien, ellos van a lo suyo, y hay que comprnderlo.
¡Ah! y has sido premiado con el Thinking Blogger Award, galardón para blogs que hacen pensar, cosa que el tuyo logra conmigo.
Felicidades.
Soy vecino de Albuñol, personalmente me muevo entre el agnosticismo y el ateismo y, por convivencia, participo de celebraciones eclesiásticas de forma respetuosa... Bien ... Entiendo como absolutamene vergonzoso el tratamiento mediático de la lucha de mis convecinos supuestamente católicos en defensa de su párroco (ya regalan viajes a los novios) e igualmente vergonzoso la mayoria de las actuaciones entre folcloricas y futboleras de estos mis convecinos en su lucha para la atracción mediática.Toda lucha por una causa pacífica es respetable pero Albuñol como pueblo no se merece este "bochorno publicitario". Si hay tiranía en la decisión del Arzobispo igual tiranía hay en unos vecinos que han hecho de los actos religiosos su particular "manifiestometro".
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