Tuesday, November 03, 2009

Intelectuales de izquierdas


En este mes de octubre parece que vuelven a ocupar especial relevancia los llamados “intelectuales de izquierdas”, denominación que reciben una serie de escritores, ensayistas, cantantes y directores de cine, tales como Joaquín Sabina, Luis García Montero, su mujer Almudena Grandes, Miguel Bosé, Fernando Amenábar... todos ellos relacionados por reivindicar una cultura del progreso.

Así, este mes, algunos de nuestros “intelectuales de izquierdas” han realizado un panegírico de la progresista política económica de Zapatero, la que arruina a los españoles con paro e impuestos, pero permite a los sindicalistas cenar en restaurantes de trescientos euros el cubierto. Este mes, aparece Ágora, una producción a medias con los imperialistas yanquis, y con actores yanquis, que se lleva los elogios de unos y de otros, y su dinero. Y un Miguel Bosé que se dedica a dar conciertos en una Habana, donde la dictadura castrista limita las libertades individuales y donde se atenta a diario contra los derechos humanos.


A parte de estas contradicciones, me resulta muy llamativo que lo que defienden estos “intelectuales de izquierdas” –y mantengo las comillas también en la palabra izquierdas-, si no con sus obras, sí con su discurso ideológico, sean unos valores como el de la defensa de los más débiles frente a la opresión del poderoso, la solidaridad, la justicia, la libertad… sentimientos loables que no proceden de la izquierda, ni de la derecha, sino que históricamente tienen su origen en el cristianismo. Que no se engañen pensando que sus bonitos valores proceden de la cultura romana (que ni entendía de piedad, ni de misericordia, ni de perdón ni de igualdad social), o de los visionarios marxistas (los grandes asesinos y opresores de la humanidad en el siglo XX, superando con creces el holocausto nazi, y baste mirar la URSS, China, Corea, o su amiga la Cuba de Fidel).


Sí, lo que tiene de bonito todo eso que defienden los “intelectuales de izquierdas” es la herencia de una cosmovisión cristiana. Lo que parece más de izquierdas en su discurso ideológico más bien sería lo que aportan a esos valores recibidos, ya que los entienden no en su sentido originario, sino como que cada no pueda hacer lo que le dé la gana sin responder ante nadie para lograr la paz y la concordia, una utopía más. Eso último fue, en definitiva, lo que entendieron sus antepasados los Robespierre, los Stalin, los Mao, los Castro… y a la vista están los resultados de tan intelectuales gurús: millones de muertos. Olé su inteligencia. Yo me quedo con los cristianos que en su estupidez irracional y fanática se desviven por cuidar de los desamparados, de los enfermos terminales y de sida, de los huérfanos, de los no nacidos, de los discapacitados, de los que pasan hambre, de los analfabetos, de los desesperados… todo eso hoy, en ese mundo que los “intelectuales de izquierdas” aborrecen, no en un futuro utópico lleno de medios. Dichosos ellos.

1 comment:

Alberto Tarifa Valentín-Gamazo said...

Fantástico, Fernando, es un artículo fantástico.