Sunday, February 13, 2005

Me ponga cuarto y mitad de libertad religiosa

La mayor libertad religiosa que ha gozado España, dice Zapatero, se está viviendo en la actualidad, y esperemos que se pase pronto, porque con tanta libertad cualquiera se declara cristiano practicante y fiel al Magisterio de la Iglesia.
Si la libertad religiosa es tan enorme, por qué no se puede pronunciar un discurso religioso en el templo sin que te tachen de ridículo. Si hay tanto respeto a la religión, ¿por qué no se admite que se pueda argumentar desde un lenguaje basado en la fe y en la concepción cristiana de la persona?
La libertad religiosa debe facilitar que cualquier ciudadano pueda manifestar públicamente sus creencias, sin que esto le suponga un perjuicio. Sin embargo, hay muchos ambientes en los que la palabra “católico” se asocia a tenebroso y reaccionario, y esto se debe en parte a algunos que todos conocemos. ¿Qué subvención da la Junta de Andalucía a asociaciones juveniles si se entera que detrás de ellas se encuentra un programa de formación en los valores religiosos y culturales de instituciones de la Iglesia? ¿Cuántos profesionales, por ejemplo, de la enseñanza universitaria española no lo son por su ideología católica (yo conozco unos cuantos, y les aseguro que duele)?
La libertad religiosa es un hecho en España. Por eso se intenta privar a tres millones de firmas presentadas al Gobierno del derecho de esos católicos a que sus hijos reciban una formación religiosa de calidad y, por tanto, evaluable. Como la libertad religiosa es un hecho en España, cualquiera se puede basar en criterios populistas para atacar a todo lo que proceda de la Jerarquía eclesiástica, de modo que, aunque ésta hable de la Eucaristía, y de las vocaciones, todo el mundo políticamente correcto, auspiciando una gran libertad religiosa, arremeta contra ésta afirmándose que está obsesionada con la sexualidad y el matrimonio de homosexuales, así como por criticar al Gobierno de Zapatero (el debate sobre las últimas palabras del Papa a los obispos españoles es bien patente), aunque nadie haya sacado el tema.
Si cada credo religioso puede manifestarse, y tanto da una opinión como otra, pues no dejan de ser meras opiniones, ¿por qué tanto histerismo ante las declaraciones de la Iglesia Católica, como si lo que ella dice tuviera una relevancia especial sobre el resto de las religiones? ¿Quizá sea porque no es minoritaria en España? ¿Quizá sea porque al Gobierno no le dé tanto igual que los españoles practiquen la religión católica, pues desde su coherencia rechazan las medidas oportunistas con las que se quieren atraer a las minorías?
No se engañe nadie: hay libertad religiosa, sí, sólo si eres budista tibetano, druida céltico, animista, laicista o algo por el estilo. Si tu religión supone un choque con la pretendida libertad religiosa, entonces no eres libre de practicarla hasta sus últimas consecuencias, de no estar dispuesto a ser un mártir de la causa.

1 comment:

Jorge Salinas said...

Felices Pascuas de Resurrección!
Jorge