Wednesday, January 22, 2014

El juego de la igualdad



Juguemos a que estamos de acuerdo con lo que propone la ideología de género. Si es así que un hombre y una mujer son exactamente iguales, idénticos (no solo a efectos jurídicos, ni en lo referente a su igual dignidad personal), entonces entre ellos las únicas diferencias posibles son las impuestas por la biología, es decir, por el cuerpo con el que se nace, el cual no se elige. Todo lo demás son condicionamientos sociales. ¿Cómo es posible que esa misma ideología ampare a un transexual y en el caso de la Junta de Andalucía financie con el dinero público las operaciones de cambio de sexo? ¿Cómo puede plantearse tomar medidas contra un colegio andaluz que impone a un alumno llevar el uniforme acorde con el cuerpo que posee?


Si jugamos de verdad a la “igualdad”, un transexual transgrede las normas, pues al margen de su cuerpo dice ser mujer u hombre, lo que no es más que rechazar de plano que los hombres y las mujeres sean idénticos. No se puede ser hombre dentro de un cuerpo de mujer, ni mujer en cuerpo de hombre, pues para la ideología de género solo existen hombres y mujeres en el terreno biológico. En otras palabras, no existe la posibilidad de sentirse hombre o mujer, si no es por un condicionamiento social que presupone que las mujeres y los hombres sienten (se sienten) de un modo distinto. Un transexual es el antagonista de la igualdad de género; es el máximo exponente de la diferenciación de género. “Transexual” para las instituciones que vigilan la igualdad de género debería ser una palabra tan horrible como “sumisa”, “segregación”, “machismo”. ¿Qué sentido tiene que los que dictan las normas tomen medidas contra los que cuidan esas normas hasta el extremo de poder perder su concierto? El colegio de San Patricio de Málaga
y los padres perjudicados por la decisión de la Junta de abrir un expediente, deberían recibir, de acuerdo con esta ideología, un premio por su compromiso con la igualdad. Para mí, que estoy jugando a esto, son unos héroes y unas víctimas del poder. 

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